martes, 22 de abril de 2008

Diario de un futuro inquilino. Día 1

Diario de un futuro inquilino. Día 1. La oferta es abismal. Los avisos aparecen encolumnados cual frontispicio griego, dando una idea imponente de lo que hay más allá.

Pero los avisos tienen un problema: su notable abstracción, su carencia de tangibilidad. Más aún revisando los clasificados por Internet. Ni siquiera puedo mancharme los dedos con tinta de imprenta (que ya ni siquiera mancha, otra derrota para los nostálgicos).


2 amb, coc. comp, 2 p. p/esc. Cont. fte. Lum. V de 15 a 18.

Cuán críptico. Apenas si uno puede imaginarse qué significa eso. ¿Cómo partir de allí para hacer que en nuestra ilusa cabeza se formen algunas paredes, techos y muebles de cocina?

Las inmobiliarias informan, y mal por lo general. Su arte es la venta, pero una venta que está ganada desde el principio. Es tan innecesario tentar a un posible locatario como tener que insistirle a una mosca para que se pose sobre nuestro pan con mermelada de durazno. Si no nos gusta o nos negamos al maltrato, otro ocupará nuestro lugar sin mucha demora.

Hoy me encontré con una especie de cueva con paredes pintadas en espantosos tonos entre naranjas, rojos y salmón, patinados. La señora de la inmobiliaria que estaba "de guardia" en el departamento -muy amable, por cierto-, al verme mirando las paredes me aclaró "es que acá vivía una señora grande..." como si eso explicarla algo. Instantes después, agrega, dándose cuenta de su contradicción "...y aún así parece que le gustaban los colores fuertes..." Al internarme en ese dos ambientes céntrico, poco luminoso y con una asquerosa pintura descascarada, me sentía en esas películas de detectives cuando el Protagonista -siempre policía retirado- cae en el departamento deshabitado del cadáver -ubicado el Bronx, siempre- y lo recorre mientras la cámara lo toma un poco desde abajo y de cerca, para deformar más la imagen. Siempre hay un poco de humo o polvo, sin que se sepa muy bien por qué. ¿Será que se filma en Buenos Aires en época de quema de pastizales? De cualquier forma, he evidenciado que no fue de mi agrado el lugar. Pregunté, algo tímido, si pensaban entregarlo "así". La señora, nuevamente amable y algo tímida también al notar que yo notaba lo evidente (que el lugar es una porquería y que está destrozado) me dijo "y... es que hoy se alquila... así como está..." Claro. Había olvidado lo elemental en la regla de alquilar en Buenos Aires: el departamento no dura más de un día en alquiler. Algunos rezagados, algo olvidados tal vez o por lo menos no muy baratos llegan a durar aproximadamente una semana. Para coronar la idea que me produjo el departamento, otro detalle: sobre la cocina había una sartén con restos de grasa endurecida desde hace mucho tiempo.

Algo desilusionado volvía a mi casa cuando recordé una inmobiliaria en mi barrio, donde hace 18 años mi madre compró la casa donde vivimos. Esta es la vista desde mi balcón actual, de mi casa familiar, casa compartida y hogar de infancia. Es la vista de ahora, de hoy, de hace minutos nomás:


En la inmobiliaria me atendieron amabilísimamente. Recordaban a mi madre. A mí no, desde luego. En ese entonces tendría yo cinco o seis años y no tanta barba como ahora. Fui a ver un segundo departamento en el día, esta vez San Telmo y esta vez bajo recomendación de los señores inmobiliarios. Lindo lugar. Buena iluminación, aunque poca vista para afuera. Qué importante que resulta la vista. Las ideas se expanden mirando hacia afuera. La perspectiva visual y la perspectiva mental parecen chocarse contra las paredes y terminar allí nomás con su profundidad.

Mañana me tocan ver tres lugares. El primero en Caballito, el segundo en Congreso y el tercero nuevamente en Caballito. No hubo posibilidad de reordenar.

Mis conclusiones del día (nuevas, o añejas y reflotadas hoy):

1. Salvo excepciones, los agentes inmobiliarios sienten que te hacen un favor al informarte por departamentos.
2. San Telmo está caro.
3. Me gusta la vista desde mi casa y me va a costar renunciar a eso en otro lugar.
4. Es notable el desgaste de energía al tener la cabeza en la búsqueda de un cambio de hogar, de de zona, de costumbres, de colectivos habituales, de caras diferentes.

Cuesta. Pero allá vamos.

4 comentarios:

porlosaleros dijo...

Y está difícil dejar esa vista tan poco vista en esta ciudad, pero hay otras cosas en vista cuando uno avista la tan necesaria independencia de hogar.

Espero no haberte abrumado con el aviso de la heladera, pensé que funcionaría como un sutil chantaje para que te mudes pronto: "y ahora que tengo heladera me tengo que alquilar un lugar, viste, sino que la hago..."

Mi teoría es: los lugares son caros , oscuros y feos; ésa es la generalidad. Pero en una ciudad tan grande, con tantas cosas y casas tiene que haber alguna linda, luminosa y de precio razonable.
Soy un vivo ejemplo, y al final estaba más cerca de lo que pensaba.

Éxitos mon ami!

Lucía dijo...

Una vez "trabajé" para una inmobiliaria en Buenos Aires: tenía que mostrar un departamento en Belgrano. Estuve toda la tarde esperando que aparecieran los pretendientes pero nunca llegaron. Ese día nacieron dos pájaros de un lápiz negro y una tarde especialmente aburrida.Angie lo heredó.
¡Ánimo Pablo! Cuando encuentres la vista adecuada sera sólo tuya...

Anónimo dijo...

¡Gracias por sus buenos comentarios, muchachas! En breve, el segundo día del diario. ¡Salutes!

Pancho Rodríguez dijo...

pibe, nunca una villa vos. Aprendé de Mujica.