viernes, 21 de septiembre de 2007

Zoológico Personal III

Orden de caza al animal desmedido
Al amor, ese cáncer, destrúyanlo
antes que haga metástasis
y colonice la mente y las entrañas
antes que el ojo llegue
y vuelva su retina un campo ciego
que sólo mirar puede el cuerpo amado
antes que del oído promiscuo caracol
nazca el puro unicornio
que oye sólo la voz enamorada
Búsquenlo en su cubículo de animal desmedido
extirpen sus células solares
pidan auxilio al derecho romano a los gendarmes
y si a pesar de todo
insistiera en crecer
en desbordar océanos
enciérrenlo en asilo con camisa de fuerza
corten su lengua quémenle su fuego
pidan ayuda a dios el gran ausente
para matar del todo al que no muere
al que morir no puede.
Teresa Leonardi

miércoles, 19 de septiembre de 2007

la gota de agua

toca Manto para un grabador, en el living de su casa de hace unos años.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Últimas versiones de personajes-tipo de la literatura universal

Aunque Flaubert la enterró en el XIX, la Bovary sigue muriendo los domingos por la tarde y en algunas poesías de mujeres. Penélope remata día a día su esperanza, trabaja, mantiene a sus hijos y considera el amor con vencimiento su máxima conquista. Hijo de inmigrantes, Eneas nunca visitará a su padre en el geriátrico y Gregorio Sanz esta mañana salió vestido de mujer de un consultorio.

Mientras tanto, Antígona defiende a ultranza a su hermano gay y manda

sistemáticamente

al carajo

a dioses y hombres.

de Luco

jueves, 13 de septiembre de 2007

El piano inabarcable



santos y señas

Una misa para los niños del Llullaillaco
y para Nefertiti
Canonización de la Pitonisa
y Santa Casandra!

naturellement

la nature m'apelle
belle, belle, comment tu t'apelle
oh! je m'apelle comme la nature

del éter

Ajourd'hui je suis pas inspirée

la paix c'est que je cherche
la paix?
ce n'est pas la peine
Ma gramaire c'est une peine
Ce n'est pas la peine que je cherche
non?
c'est le pain
le pain? oui, pour vivre.
la paix, la peine, le pain, le pays
la pluie, la pianiste.
Je cherche la pluie sur la pianiste.
Merde.

de Angí

Tres veces

Una vez vaga, hermana de otras dos veces, hace su casa de paja. La brisa sistemática de la mañana ruidosa enrutina sus paredes y las sopla como una pelusa molesta. La segunda vez, frívola, hace su casa de fósforos. Ante la primera chispa de envidia la casa se deshace en una llama y también la segunda vez, que tiene una viga en el ojo. La tercera vez, la vencida pero la precavida, hace su casa de ladrillos. Nada, ni el sucio pie capitalista puede desacomodarle una cortina.

Años y años de trabajo invirtió la tercera vez en su casa. La tercera vez ya es vieja y ni las paredes de ladrillo detienen a la muerte.


de Angie


"Cristo va al Colón...

y nosotras también" aunque no tan bien como él que llega con tres caras bellas: la santa María, la niña y la pinta es lo de menos, para nosotras, claro, niñas todas que de santas no tienen nada y de María dos tienen el nombre y una el mareo y el marasmo que provoca el ascenso al paraíso
el purgatorio de los guardianes calvos
y el aplauso gélido de los aduladores plateados que se impacientan por el peso de sus ropas y la insoportable suavidad de un sillón de pana roja.

de Lis

martes, 11 de septiembre de 2007

Zoológico personal II

Mariposa muerta en el parabrisa
A la tarde y con los brazos sepultados
en el sol de vidrio
en la cruz de los reflejos continuos
con el rostro roto como jadeos de agua
rediviva escalera hacia lo que se duele.
Y ella preguntando si había causas
si la luz es otro vacío para volar
si esas caras son apenas un telón
que abrigarán palabras para decir de rodillas
para comulgar al sol con las alas vejadas
con vidas que se repiten
con el cuerpo yacente y sin embargo eufórico
con deseos de subir entre dientes.
Pero ella está inmóvil
ella no es capaz de inmutarse
el viento mueve su muerte entre las alas.

Osvaldo Svanascini

de Luco

Hoy me duele puntual el esfuerzo giratorio de esta tierra.

del éter

Muerte a los relojes pulsera y que vivan las clepsidras!
Aquí y ahora.

de Lis

Río hondo
Lloro leve

Zoológico personal

El puesto del gato en el cosmos
Uno siempre se equivoca cuando habla del gato.
Se le ocurre por ejemplo que junto a la ventana
el gato se ha planteado en el fondo de los ojos
un posible fracaso en la noche cercana.
Pero el gato no tiene un porvenir que lo limite.
A uno se le ocurre que medita, espera o mira algo
y el gato ni siquiera siente al gato que hay en él.
¿Cómo admitir detrás del movimiento de la cola,
una motivación, un juicio o un conocimiento?
El gato es un acto gratuito del gato.
El que aventure una definición debería
proponer sucesivas negociaciones al engaño del gato.
Porque el gato, por lo menos el gato de la casa,
particular, privado e individuo hasta las uñas,
comprometido como está
al vicio de nuestro pensamiento,

ni siquiera es un gato, estrictamente hablando.

Joaquín O. Giannuzzi

lunes, 10 de septiembre de 2007

SAFO

44


Eros agitó mi deseo
como el viento despeina los árboles de la montaña.
(neutra)


Eros sacudió mis entrañas
como las borrascas azotan las encinas de las cumbres.
(romántica)


Eros conmovió mi espíritu
como el Séfiro acaricia los pinillos del monte.
(modernista)


El amor hizo temblar mi voluntad como el viento que acosa pequeñas hojas indefensas.
(generación del '27)


El amor amedrentó mi memoria diafragmática como un ventilador que retuerce troncos.
(vanguarida à la Girondo)