jueves, 5 de junio de 2008

Arriba se quedaron sin luz

Nuestra vida pende de un filamento:
si cada foca nos regalara un bigote
Marco Polo lo cambiaría por tungsteno
pero los porteros esconden las escobas
y no abren el subsuelo hasta que los tapones dan las nueve.

Entonces tejo una mecha que dure hasta la vela
y sigo tejiéndola mientras se consume la pila de la linterna.

He de tener más cuidado que Penélope:

si enciendo la mecha con el cable amarillo
y dan las nueve en los tapones
y el portero sacude las escobas
Marco Polo, la mecha y yo seremos filamento
y el tungsteno se jactará de habernos electrificado el pelo.

3 comentarios:

porlosaleros dijo...

A las arañas con patas de colores que salían de todos los huecos de luz de la casa de Pablo!

Anónimo dijo...

De mi casa han florecido
arañas de cables en techo y paredes
mostrando lo normalmente oculto a la vista
unos llevan, otros traen
¡ay de conectar lo inconexo!

Cual filósofos tratamos de desentramar el entuerto.
El sentido de los cables
y de los caños
el resultado fue tarde de velas
y charlas en penumbras.

Ayer la luz no apagaba,
hoy permanece muda.
¡ay de los pocos matices
en la iluminación de mi hogar!

Se me tomará por vampiro
pero prefiero esta penumbra
a la perpetua claridad
ánima nocturna soy, sin dudas.

Nada de tungsteno
Nada de incandescencias
Sólo luz de luna por las noches
y el solcito de las mañanas.

Elich dijo...

iban dos velas caminando, una se cae y la otra le dice - vela...
y la otra le contesta - pssss