sábado, 14 de junio de 2008

Aldo Bruno Pizzo

Ciertas cuestiones resuenan por consonancia, por simpatía. Quizás la muerte es tan deprimente porque nos recuerda otras muertes, porque nos acerca a la idea de posibles próximos nombres que visitará la Parca. Sea como fuere, duele por ahí, en un lugar que está un poco más abajo de, no, más allá, aunque no tanto por ahí sino... se respira raro, y se ve negro. ¿Será que vemos de este color por una consecuencia del color utilizado en el luto, o viceversa? ¿Existen las sensaciones con colores dentro de un inconsciente colectivo?

No puedo dejar de ver la muerte como un hecho trágico sólo para quienes rodean al ex. No me asusta la idea de mi propia muerte, ya que creo que es -en parte- una pérdida de consciencia, por ende no seré consciente de mi ser-muerto.

Dicen que se alcanza un particular estado de lucidez antes de morir, pero no creo que la lucidez sea más que una forma diferente de percepción de la realidad, de alucinación. Quizás esta frase deben formulársela quienes temen la muerte, como un atenuante de sus terrores.

Hoy se nos ha ido un hombre que hizo que a muchos nos interesen realmente las matemáticas. Un hombre que se despedía siempre diciendo "¡Éxitos! La suerte es para los mediocres".

Aldo Bruno Pizzo, mi más afectuoso saludo.

4 comentarios:

Manto dijo...

pablito, gracias por apianarte de mi!!.
estoy trsite por la petrdida, pero grcias a eso, presientlo que conoceré muchos pianos nuevos.
besoo

Anónimo dijo...

Poco tendrá que ver vuestro comentario respecto a la entrada original, pero bienvenido sea donde se haga.

Los pianos están hechos para compartirse. ¿Por qué si no los hubieran metido dentro de un enorme mueble?

Además, nada peor que un piano que se toca poco. Pese a que los circuitos de un piano eléctrico no se desafinen, siempre es bueno que los pequeños martillitos electronicos estén en movomiento.

¡Sea!

Manto dijo...

no, pero lo puse, porque si bien no conocí a tu porfesor, comparto el sentimiento de perdida. no es lo mismo claro, pero ya conozco el sabor de ese coctail de perder personas y vida...y piano.

Anónimo dijo...

Velaremos entonces por su piano y ofreceremos los nuestros. ¡Sea!