domingo, 11 de noviembre de 2007

Reflexiones bibliotecológicas

Estoy parado frente a mi biblioteca, pensando. No es demasiado amplia, pero se ha ido llenando con volúmenes y volumencitos. ¿Por qué guardo todo esto? hay libros que no releeré jamás, pero que están ahí. Libros que quiero, libros que adoro. Tal vez son pequeños tesoros que se guardan y se custodian. A nadie se le ocurriría tirarlos. ¿Regalarlos? no sé... hacer partícipe a una sola persona de ese universo es egoísta. De todas formas, algo me dice que no, que los libros no se regalan así nomás. Puedo ir a comprar un libro para regalar, pero regalar un libro mío es más complicado. Un libro mío tiene historia, tiene parte de mi historia. Me recuerda momentos de la vida, fantasías, sueños, anhelos y temores.

Una biblioteca es una pequeña ventana de lo que somos. En casa ajena es imposible evitar prender la linterna, ponerse el casco de minero y adentrarse en la biblioteca con la certera esperanza de conocer un poco más de su dueño. Además siempre se encuentra algún diamante que pedir prestado para admirar y hacer reposar en la biblioteca propia, o dejar dormir en nuestra mesita de luz.

Es posible que los libros se conserven con el único objetivo de ser prestados. Es posible que todo esto que tengo aquí, de lo que no soy capaz de desprenderme, esté para que otros puedan adentrarse en la breve pero fascinante historia de mi existencia, relatada por aquellas cosas que he leído. Es una forma de transmitirse un poco diciendo "tomá, leé esto... me fascina." Es una forma de comunicación y de contacto. Es dar un pedacito de uno prestado, con un aroma propio. Es estar un poco en la casa del otro, adentro de la mochila del otro.

Ahora me voy a sentir responsable a la hora de prestar un libro, pucha digo.

22 comentarios:

porlosaleros dijo...

Más las firmas, las fechas, las dedicatorias, las fotos y las flores secas. Es la bioteca!

Opadromo dijo...

Viste ese programa donde los intelectuales muestran su biblioteca?. Já, es como cuando estas en un baño público y todos sacan la pinchila para mostrar cuán grande la tienen.

porlosaleros dijo...

Se entiende lo que querés decir, opadromo.
Se hubiera entendido igual si lo decías menos desagradablemente.

Anónimo dijo...

Lo curioso es que las firmas, las dedicatorias, las fotos y las flores secas caben también en la biblioteca. No así las fechas. ¿Serán las fechas cuestiones abibliotecadas?

mili dijo...

y sí, uno siempre es responsable a la hora de prestar un libro, ya sea por esas sensaciones (un poco infantiles y banales de las que habla el texto que parecen estar calificando más a un snob que a un lector o a alguien que realmente le gusta la lectura)o porque un libro simpre te marca incluso aquellos de los que creemos no recordar nada. Ahora, si uno no lee, bueno no habría responsabilidad al prestar un libro. Esa sería la actitud del snob que siempre es inimputable por ser tan insignificante.

Anónimo dijo...

Cierto, aunque crea un poco juicioso el comentario. Salute!

Lucía dijo...

Después de todo ¿qué es un snob? Aventuro una respuesta: un perjuicio, una construcción que se actualiza constantemente, ideada por los intelectuales (o aspirantes a) sobre gente que intenta lo mismo que ellos, pero de otro modo, y por lo tanto es denostado.

Opadromo dijo...

A raíz de este artículo, hace unos días, en esta página, se dio un cruce de mensajes que me parece un buen disparador para pensar otras ideas. Pancho, desde opadromo, escribió: “Viste ese programa donde los intelectuales muestran su biblioteca?. Já, es como cuando estas en un baño público y todos sacan la pinchila para mostrar cuán grande la tienen.”

Angeles respondió: “Se entiende lo que querés decir, opadromo. Se hubiera entendido igual si lo decías menos desagradablemente”.

Estos dos mensajes dicen mucho, encierran, en esas breves palabras, dos maneras de entender el mundo y la literatura. ¿Las palabras de Pancho son en sí desagradables o es que a usted, señorita Ángeles, le resultan desagradables? La diferencia es atroz.

A mí no me gustaría tanto Roberto Arlt si hubiese escrito, por ejemplo, “le ruego encarecidamente que abandone el lugar”, en vez de “Rajá, turrito rajá”, como afortunadamente hizo.

Hay un breve pero atinado discurso de Fontanarrosa al respecto, que no voy a reproducir acá. Sí hay una nota, publicada por José Pablo Feinmann en Página/12, que explica muy bien el punto al que yo quiero llegar. Dice: “No hay palabras “malas” ni hay palabras “buenas”. Hay palabras. Lo que determina que una palabra sea valiosa o sea una cloaca es la estructuración del lenguaje…La cuestión, con las palabras, reside en el talento y el arte para usarlas. Eso las vuelve buenas o malas. Francisco de Quevedo y Villegas, que estudió con los jesuitas, murió en 1645 y nunca supo nada, pero nada de la tele basura escribió: “El pedo es tan importante / para la salud/ que en soltarle/ está el tenerla”. Y Leopoldo Marechal, que hizo de la cultura helénica la suya, cierra su Adán Buenosayres con una frase que es, sin duda, un vendaval de gracia y talento: “Solemne como pedo de inglés”.

El tema, comprenderá señorita Ángeles, es mucho más complejo. Espero que este comentario sirva para continuar debatiendo sobre el lenguaje.
Daniel Medina.

Lucía dijo...

Creo que se está generando un equívoco por un comentario que nada tiene que ver con las palabras sino con otras cuestiones más personales. Conozco a Angeles y sé que una defensa de las malas palabras dirigida a ella no es necesario, porque la "señorita" es una eximia puteadora y con etapas bastante escatológicas, tanto que es coautora de la Canción del Meterete (el papel higiénico) entre otras. Su impaciente comentario tiene ver con otra cuestión y creo que es en donde tengo un poco la culpa. Ya arreglaremos esto de frente.

Anónimo dijo...

"...entonces dios dijo: ¡que se arme el debate! y el debate fue armado..." Bibliápablin 1 1-1

Quisiera comenzar citando a Daniel cuando dice "¿Las palabras de Pancho son en sí desagradables o es que a usted, señorita Ángeles, le resultan desagradables? La diferencia es atroz."

Me animo a preguntar: ¿existe algo "desagradale en sí"? ¿no es acaso todo lo dicho una mera opinión, tan válida y tan contrastable? Quiero decir: no podemos más que comentar nuestras visiones de hechos y sucesos, por lo que se evidencia que el comentario de Ángeles es una opinión y no una verdad ajena al sujeto.

Convengamos también -y desde ya que lo que expresaré es una opinión- que comparar "...y todos se sacan la pichila..." con "Solemne como pedo de inglés" es un tanto injusto, sobre todo porque Arlt y Marechal son quienes son no por decir o dejar de decir esas frases, sino por el contexto en el que lo hacen y cómo te llevan a su universo donde esa forma de expresarse es parte del lenguaje.

Otra cuestión que quisiera introducir, es que existen por lo menos dos formas de ser sincero y frontal: ser delicado, o ser mordaz (ha de haber más, pero quiero centrarme en éstas). Creo que el comentario de Pancho intenta ser mordaz, intenta generar una mueca parecida al chupar un limón, intenta un golpe de efecto.

No opinaré sobre si las palabras utilizadas son "malas" o "buenas" -y de hecho quiero denotar que Ángeles tampoco lo hizo-, simplemente me parecieron poco felices.

Dando mi visión de las cosas los saludo,

Pablo

Opadromo dijo...

Y a todo esto: porque nadie metio un "papo", "concha gangrenosa". Digamos, muy lindo el debate de lingüistica I pero nadie lo nombra (a la pinchila) o nunca la mombran en ciertos circulos?. Segundo, no quiero ser desagradable sólo es una única forma de ver. En mi barrio, Bajos de Pueyrredón, culeao es el segundo nombre de todos y papuda el de ellas. No conozco más.

porlosaleros dijo...

Nada me queda por decir salvo dos cosas. La primera es que estoy de acuerdo con Feinmann cuando dice "No hay palabras 'malas' ni hay palabras 'buenas'. Hay palabras. Lo que determina que una palabra sea valiosa o sea una cloaca es la estructuración del lenguaje…" A eso me refería en mi comentario, pues como bien dijo Pablo supo a limón.

La segunda es que pueden ahorrarse el 'señorita' -creo que mi nombre es lo bastante grande y solemne (sepan bien que yo no lo elegí)- y el acento, vengo de las épocas en las que las mayúsculas no los llevaban y aunque me gusta ser esdrújula la tilde me huele a cola de caballo y resulta que tengo el pelo corto.

Lucía dijo...

Me sorprende que haya gente esperando que "pisemos el palito" o "mostremos la hilacha" por pertenecer a tal o cual círculo.
Por suerte tengo algo que se llama libertad intelectual, que me permite no estar predeterminada y que me libera de todos esos círculos odiosos.
El único círculo que conozco es el que me tiene a mi misma. Así de egocéntrica soy.

Elich dijo...

supercalifrasgilitiespialidoso...
ojo por ojo quedan las lenguas trabadas

Opadromo dijo...

Se puso interesante la cuestión. Antes que nada, le pido disculpas a Angeles, pues parece que le ha molestado lo de “señorita”. Le juro que no ha sido con ánimos de ofender, sino el resultado de mi torpe relación con las palabras. Una expresión poco feliz. Yo a usted no la conozco, sólo he visto –si no me equivoco- dos de sus animaciones y para ser sincero me han gustado mucho.

Si me he tomado el trabajo de escribir es porque creo que estoy ante personas con las que se puede debatir. Si entro a este blog, leo los artículos y los comento es porque los respeto, porque me interesa lo que dicen.

Creo que con el comentario de Pablo cierra bastante bien este debate, más allá de una comparación que no me parece justa, pero que requiere de mi parte un estudio más profundo sobre Arlt y Marechal y Pancho.

Ahora, Lucía, mi comentario no ha tenido nada que ver con ningún problema personal entre usted y yo, simplemente he pretendido abrir algunos interrogantes y cuestionamientos en cuanto a una frase que no me ha sonado bien.

Hasta el próximo debate, Daniel Medina.

Lucía dijo...

Daniel, no me refería a tus comentarios sino a este en especial de opadromo:
" ....Digamos, muy lindo el debate de lingüistica I pero nadie lo nombra (a la pinchila) o nunca la mombran en ciertos circulos?...."
Honestamente, confieso que este tipo de comentario despectivo me saca.

Manto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Manto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Manto dijo...

...pinchila...


pinchila!
hey, pinchila?!
mjm, pinchila.
pinchila pinchila pinchila...

¿pinchila?

Manto dijo...

Angeles dijo...
Días después Toldo se desplegó y se asomó al debate. Volada como Poncho al viento, colgada como Manto al sol!

miércoles 21 de noviembre de 2007 00H29' ART

Manto dijo...

es mas!, yo digo que cambiemos el nombre de este blog, por el de "la pinchila purpura"

Corticoide dijo...

"pinchila": ¿Que és a lo que os quereis referir con lenguaje tan soez?
¿Os referís tal vez al otrora renombrado "Surubí", señor de doña "Cachufleta?