sábado, 6 de septiembre de 2008

Trabalenguas sartreano

"Y he aquí otro gran asesino de Dios: Jean-Paul Sartre. ¿Cómo mata Sartre a Dios? De entrada Sartre se declara ateo. Ustedes recuerdan un texto de Sartre que se llama El existencialismo es un humanismo. ¿Por qué Sartre dice "el existencialismo es un humanismo"? Porque dice: el hombre no tiene esencia, el hombre no es, el hombre se hace, el hombre se da el ser. Si el hombre tuviera esencia, el hombre seria algo antes de ser, antes de existir. Para que el hombre sea algo antes de existir, tiene que haber algo así como una esencia del hombre, alguien tiene que haberla creado: nuestro viejo amigo Dios. Como ese señor no existe para Sartre, el hombre no tiene secnia, tiene existencia, comienza por existir, porque no hay Dios que le dé una esencia. Comienza por existir, por estar arrojado a la existencia. Luego, existiendo, elige, se compromete. En cada uno de los actos en los cuales se compromete se da a sí mismo el ser. El hombre se hace haciéndose. Y, como el hombre se hace a sí mismo, Dios acá no tiene nada que ver, está muerto, reasesinado. El hombre es el que se hace a sí mismo. No hay Dios porque el hombre no tiene esencia, es sencillamente un existente, comienza por existir. Y de aquí la famosa fórmula de ese librito, de esa conferencia de Sartre: "la existencia precede a la esencia". El hombre nunca es algo. Esto es fantástico. Porque comienza por ser un existente, no tiene esencia. Existiendo, actuando -y aquí viene la teoría del compromiso- comprometiéndose, eligiendo, se va dando el ser, se va creando a sí mismo, dándose el ser. En determinado momento, tiene un ser, el ser es todo lo que hizo en los años de su vida. Esto es lo que es, pero ya no lo es, es lo que no es. Esta es una de las formulas más trabalenguas de Sartre. Es todo lo que hizo. Todo esto soy yo, no puedo negar que hice todo esto, pero también es cierto que ya no lo soy, porque soy libre. Estoy condenado a ser libre, tal como Duhalde dijo que la Argenitna está condenada a tener éxito, una frase sartreana, ¡qué lujo! (...) Bueno, en mis años de vida yo realicé una serie de actos a través de los cuales me fui definiendo a mí mismo, me fui eligiendo, me fui dando el ser, porque ese ser no me lo dio nadie, nadie me dio una esencia porque no hay un Dios que me dé una esencia, me la doy yo eligiendo. Ahora, tengo detrás una factidad que es mi pasado. Factidad quiere decir una serie de hechos inmodificables, eso yo lo soy. Pero también no lo soy, porque ahora soy otra cosa, ya no soy eso en este momento. ¿En este momento qué es lo que soy? Soy mis posibilidades, porque estoy arrojado hacia mi futuro, por eso no soy todo lo que fui, porque mi ser posible es la negación de todo lo que fui. Al ser un ser arrojado hacia la temporalidad, hacia la dimensión del futuro, yo soy una cosa totalmente distinta a lo que fui. Soy lo que fui, pero no lo soy, porque puedo ser algo totalmente distinto en mis posibilidades. O sea, el hombre es lo que es, pero no es lo que es, porque a la vez es lo que va a ser. Y lo que va a ser no existe, es un arrojo temporalizante. Y al no existir, el hombre es nada. Esto es muy hermoso, por eso me gusta tanto la filosofía."

Fragmento de ¿Qué es la filosofía? de José Pablo Feinmann

No hay comentarios: