miércoles, 14 de enero de 2009


es que tengo los pies percudidos
y el alma caída como los pantalones flojos

es que tengo el pelo mojado
y las manos pegoteadas de lagañas

es que si fuera azúcar
no sabría cómo salir del frasco


acaso disolverme en un té

6 comentarios:

M. dijo...

(Yo cuando era chica pensaba que después de poner el azúcar en el té y revolverlo y que el azúcar desaparezca, si revolvías para el otro lado, el azúcar volvía a aparecer. (Igual nunca hice la prueba, por las dudas, je)).
Un beso, chica cellista. Ahí te vi en el otro blog. :-)
Que estés bien.

M. dijo...

(Bah, creo que sos la misma Ángeles acá y allá, no? Jeje. Sino igual, saludos).

porlosaleros dijo...

Soy la misma sí. Y vos sos la M. de los Quinotos, no?
besos!

porlosaleros dijo...

...y yo soñaba con ponerle terrones al té, pero existían solo en las películas. Unos años después me dieron terrones con un café y me emocioné muchísimo, pero no los puse porque quise guardarlos de recuerdo.

Lucía dijo...

y yo me robé los terrones de azúcar de las confiterías y bares, y me los traje en la valija, jeje

M. dijo...

Sí, soy la misma también.
:-)
(La verdad que son emocionantes los terroncitos esos. Yo también una vez me robé unos cuantos, je).
Besos.