Anoche me dormí a pesar del ruido de la tele y de la humedad. Creo que lo último que vi fueron unas formas raras que se colaban por la ventana y se reflejaban en la pared, parecían estrellas derritiéndose. Eso fue lo que pensé y no sé porqué me dio miedo, pero igual me dormí. Arriba, en el techo, estaban las estrellas de plástico fosforescentes que quedaron de antes. Pero esas no se deformaban con el viento, ni se caían del techo, pensé, creo, o lo soñé. Lo que sí soñé es que me di un empujón como si quisiera tirarme de la cama. Pegué un salto y me tapé con la sábana. El miedo siempre da frío parece. El ropero también lo sintió porque se puso todo quejoso y viejo de golpe y los perros. A la mañana siguiente nadie más lo había sentido en mi casa ni los ladridos, pero en el diario dijeron que había sido escala 4 y que había empezado cerca de Quijano. No sé si creer, yo estoy segura que estuvo en mi cuarto, en mi cama. Que fui yo.
viernes, 5 de diciembre de 2008
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2 comentarios:
Escala cuatro, ¿es mucho?
parece que sí. yo estaba cerca del terremoto
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