viernes, 29 de febrero de 2008



-"¿sigues preocupado por el amor?-
preguntó ella al fin, rompiendo el silencio de aquella lánguida convalescencia que sigue a la fiebre de los deseos satisfechos.
La pregunta de Lucy en aquel silencio profundo era como la llama de un fósforo en la tiniebla de la noche.
La noche es ilimitada, inmensa, salpicada de estrellas. Se enciende el fósforo y todas las estrellas quedan instantáneamente abolidas; no hay más distancias ni profundidades. El universo queda reducido a una pequeña cueva luminosa excavada en la tiniebla sólida poblada de rostros brillantemente iluminados, de brazos y de cuerpos, y de los cercanos objetos familiares de la vida cotidiana.


A. Huxley, "Contrapunto"

martes, 26 de febrero de 2008

Zoológico personal VIII

MUERTE

¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo
por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,
¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,
¡qué rosa gris levanta de su belfo!
Y la rosa,
¡qué rebaño de luces y alaridos
ata en el vivo azúcar de su tronco!
Y el azúcar,
¡qué puñalitos sueña en su vigilia!
Y los puñales diminutos,
¡qué luna sin establos, qué desnudos,
piel eterna y rubor, andan buscando!
Y yo, por los aleros,
¡qué serafín de llamas busco y soy!
Pero el arco de yeso,
¡qué grande, qué invisible, qué diminuto!
sin esfuerzo.

Federico García Lorca

lunes, 18 de febrero de 2008

La mina del Ford

No será de la altura que se acostumbra ver por este blog, pero he aquí la poesía de un tanguito del '24 que algunos encontrarán familiar. A mí me resulta muy simpática, con todo el lunfardo y el aire porteño propio de la época.

Yo quiero un cotorro
que tenga balcones,
cortinas muy largas
de seda crepé...
Mirar los bacanes
pasando a montones,
pa' ver si algún reo
me dice: ¡Qué hacé!...

Yo quiero un cotorro
con piso encerado,
que tenga alfombrita
para caminar;
sillones de cuero
todo repujado
y un loro atorrante
que sepa cantar...

Yo quiero una cama
que tenga acolchado...
Y quiero una estufa
pa' entrar en calor...
Que venga el mucamo
corriendo apurado
y diga: ¡Señora!
¡Araca! Está el Ford...

lunes, 11 de febrero de 2008

Música de palmeras


Pqe. Nac. El Palmar


"... una palmera cuyas hojas al viento tocan el arpa..."


Las ciudades invisibles
, Italo Calvino.

sábado, 2 de febrero de 2008

AMOR SADICO

Ya no te amaba, sin dejar por eso

de amar la sombra de tu amor distante.

Ya no te amaba, y sin embargo el beso

de la repulsa nos unió un instante...


Agrio placer y bárbaro embeleso

crispó mi faz, me demudó el semblante,

Ya no te amaba, y me turbé, no obstante,

como una virgen en un bosque espeso.


Y ya perdida para siempre, al verte

anochecer en el eterno luto,

-mudo el amor, el corazón inerte-,


huraño, atroz, inexorable, hirsuto...

¡Jamás viví como en aquella muerte,

nunca te amé como en aquel minuto!.


Julio Herrera y Reissig